¿Quién eres?
Es la pregunta que ronda en mi mente todos los días. No pude dejar pasar por alto ese olor. Todo comenzó con ese olor. Una loción con olor a coco. Caminaba buscando una dirección, cuando de repente ese aroma llegó a mi como el golpe de una ola contra otra. Me provoco una sensación muy agradable un aroma que sabes que pertenece a alguien, de inmediato comencé a buscar la fuente del perfume, pero reaccioné que era inútil… había mucha gente. ¿Porque me resultaba tan familiar este aroma? No era capaz de identificarlo hasta que de pronto se intensificó de forma abrumante. Provenía de una muchacha que miraba un aparador delante de mí. ¡Al verla, temblé! Mi corazón se aceleró y paro al momento en que la chica volteo. En ese instante, como todos experimentamos la sensación en la que el tiempo parece detenerse recordé un rostro. Tu rostro. Y me pregunte ¿Quién eres?